Microsoft ha anunciado durante la conferencia que está dando en estos momentos en la Game Developers Conference 2015 de San Francisco, que Xbox One y Windows 10 se beneficiarán de dos características que les serán bastante familiares a los usuarios de las consolas de Sony, cross-play y cross-buy.
El cross-play significa que los desarrolladores tendrán la oportunidad de ofrecer a todo aquel que compre un juego que esté disponible para ambas plataformas en una de ellas, jugarlo en la otra. Es decir, utilizando el ejemplo que han hecho ellos mismos con Pinball FX2, si lo compramos en Xbox One, con sus tablas y demás, las tendremos todas ellas accesibles sin coste adicional también en nuestro PC con Windows 10, incluso en smartphones y tablets, si el juego es compatible.
Y teniendo en cuenta la apuesta que están haciendo los de Redmond con las aplicaciones universales para toda su plataforma, a no ser que un juego, por tipo de control, no sea viable en alguna de ellas, podría ser lo más normal del mundo, siempre que los desarrolladores quieran ser participes de ello, claro.
De la misma forma, el cross-play nos permitirá jugar al mismo juego con gente de diferentes plataformas. En esta ocasión pusieron como ejemplo el indie #IDARB. Obviamente esto seguro que está más limitado, tanto por disponibilidad de juegos como por el hecho de que, por la ventaja que se tenga al usar una u otra plataforma, el desarrollador decida mantenerlas separadas para no estropear la experiencia de juego. Lo bueno es que la posibilidad estará ahí.
Por ejemplo, Fable Legends será uno de los primeros juegos «no-indies» que explotarán esta característica.
Vía Windows Central.