Según publica hoy el diario Expansión, Vodafone querría comprar Ono. Es más, ya estaría negociando con los accionistas del operador de cable.

Ahora mismo la operación se podría cerrar por dos vías. Por compra directa, que es lo que más le interesa a la compañía británica, o tras la salida a bolsa de la cablera, que se produciría en los próximos meses. Esto último no le interesa a Vodafone porque supondría exponerse a una OPA por parte de otro interesado y perder el control de la operación.

El operador británico tiene dinero fresquito tras la venta por 98.000 millones de euros del 45% de Verizon Wireless a Verizon, y un interés por hacerse con una infraestructura de fibra óptica en el mercado español que le haga no perder comba con respecto a Telefónica, ya que el acuerdo con Orange no es suficiente, y lógicamente, la cartera de clientes que tiene actualmente Ono (1.5 millones ya con fibra).