El culebrón llega a su fin. Pese a que hoy la junta de accionistas de Ono aprobaba su salida a bolsa, será algo que quede en pura anécdota, ya que la operación que llevaba gestándose desde finales de enero y que parecía estar cerca de terminar la semana pasada, finalmente se ha cerrado hoy, aunque se firmará el próximo lunes.
Vodafone ha comprado Ono por una cifra que oscila entre los 7.200 y los 7.400 millones de euros. Los fondos de inversión que controlan la cablera han terminado aceptando la tercera de las ofertas que ha presentado la compañía dirigida por Vittorio Colao.
Con la compra de Ono Vodafone no solo gana infraestructura de fibra y clientes de un plumazo, gana el valioso tiempo que le hubiese llevado a crear una red tan grande como la de la cablera. Con este movimiento se convierten en el segundo operador español, tras Movistar, pudiendo ofrecer a sus clientes fibra óptica/ADSL + móvil + fijo.
El tiempo dirá el impacto que tiene la compra y el efecto que tiene tanto en los actuales clientes de ambas compañías como en los potenciales.