Top Gun

Siempre se dice que la nostalgia vende. Y vaya si vende. Últimamente no paramos de ver remakes de series, películas, videojuegos y demás de la tira de hace años, creando muchas veces un engendro de difícil digestión.

No es el caso de Top Gun, que, si bien tiene una secuela en preparación (cuyo estreno fue pospuesto por el COVID-19, ¡cómo no!), mantuvo toda su esencia original. Y es que ¿quién tiene más carisma que un jovencísimo Tom Cruise en el papel de Maverick, subido en su F-14, acompañando a Val Kilmer, el legendario Iceman? Ya lo digo yo: ¡nadie! Raras veces una única película genera tanto seguimiento, tantos fans devotos e incluso sus propios videojuegos y tragaperras…

Top Gun: una aventura de altos vuelos

Los videojuegos de Top Gun tienden a ser, en su mayoría, regularcillos. Por supuesto, hay algunas excepciones, como el juego del mismo nombre para la NES de 1987 desarrollado por Konami. O Top Gun: Combat Zones, que no fue tan bien recibido, pero igualmente se dejaba jugar.

Ha habido muchos otros, pero, por lo general ninguno ofrecía nada destacable. Por el contrario, el desarrollador Playtech creó una tragaperras excelente, repleta de emoción. Todas sus características pueden leerse en este análisis de la tragaperras Top Gun.

La verdad es que no resulta extraño que haya tantas cosas de Top Gun: estamos hablando de una película que obtuvo 4 nominaciones a los Oscar, ganando uno a la mejor canción, con el inolvidable tema “Take my breath away”. No olvidemos que, al contrario de lo que sucede ahora, con multitud de refritos, Hollywood tenía muchísimas ideas nuevas y en ese mismo año, se estrenaron grandes clásicos como Platoon (la gran triunfadora de la gala de aquel año, por cierto), Hannah y sus hermanas o Aliens.

Los ídolos del aire

La verdad es que cuesta encontrar películas donde los protagonistas absolutos sean los pilotos y gran parte de la acción transcurra en el aire. Hay unas cuantas de la Primera y Segunda guerras mundiales, varias con cosas que suceden a bordo de un avión (principalmente secuestros) o incluso alguna que otra con presos que se amotinan (ConAir) o la ligeramente olvidable cinta donde Harrison Ford hace de presidente de los Estados Unidos y trata de hacerse con el control del Air Force One.

Y es que no hay nada que Han Solo… perdón, el bueno de Harrison no sea capaz de hacer. Pero, lo dicho, bien poquita cosa en lo que respecta a películas relativamente modernas que traten acerca de los propios pilotos.

Suponemos que no nos queda otra que esperar a la secuela de “Ídolos del aire”, cuyo esperanzador título es Top Gun: Maverick (lo que nos da una idea de en torno a quién va a girar la historia). Si la pandemia lo permite, tras haber provocado su aplazamiento en varias ocasiones, tendremos esta nueva entrega de lo que ya podríamos considerar como una saga en breve, el mes de julio de 2021. A pesar de lo accidentado de su producción, que ha durado casi diez años entre cancelaciones, retrasos y demás, ya casi la tenemos ahí. Dentro de poco podremos volver a ver a Tom Cruise como Maverick. Solo que, situada 30 años después de la primera, ahí es nada.

Solo nos queda esperar a ver qué tal sale, y el tiempo nos dirá si esta también genera una legión de seguidores que incluso den pie a videojuegos y tragaperras como la primera entrega.