Tal día como hoy, un 27 de noviembre de 1998, se ponía a la venta en Japón Dreamcast, la séptima y última consola de Sega.
Tras el fiasco que supuso Sega Saturn, Sega quiso adelantarse a Sony y a Nintendo en la generación que seguía a Playstation y Nintendo 64, con PS2 y GameCube, que llegaron al mercado en el 2000 y 2001, respectivamente.
La consola tuvo muy buena acogida en sus primeros años, pero debido a los problemas económicos que tenía Sega por aquel entonces, cancelaron su producción en 2002 para centrarse en lo que es hoy, una empresa que crea software, no hardware.
Además de por sus juegos, será recordada por ser la primera consola que realmente apostó por el juego online y por su hackeo, que no requería modificación alguna de la consola, tanto a nivel de hardware como de su sistema. Con modificar los discos era suficiente. Al principio se usaba uno de puente, luego con meter ese boot en el disco del juego valía.