Las prisas, por regla general, no son buenas. En el mundo de la tecnología, donde todo avanza a una velocidad pasmosa y la competencia es feroz, algunas veces juega malas pasadas.
Si hace unas semanas Apple quedaba mal por adelantar el lanzamiento de un producto que finalmente no han podido hacer realidad, como es el caso del Airpower, ahora es Samsung la que se ve en un problema incluso más grave con el Galaxy Fold.
La compañía surcoreana aprovechó el evento de presentación del Galaxy S10 a principios de febrero para mostrar al mundo al que podríamos catalogar como el primer teléfono con pantalla plegable «comercial», aunque unos días después vino Huawei con su Mate X a decir «aquí estoy yo».
El Galaxy Fold tenía prevista su puesta a la venta este mismo viernes 26 de abril, pero finalmente han decidido retrasar el lanzamiento de manera indefinida debido a los problemas reportados por algunos periodistas estadounidenses a los que les habían enviado unidades de prueba.
A los pocos días de uso, a varias de estas unidades les habían empezado a fallar la pantalla de diferentes formas. A algunas se le apagaba una de las dos partes, otras se iban deteriorando enormemente tras remover una frágil lámina protectora y a otras se le notaba más de la cuenta la bisagra central, entre otras cosas.
https://twitter.com/backlon/status/1118573836226658304
https://twitter.com/stevekovach/status/1118571414934753280
The screen on my Galaxy Fold review unit is completely broken and unusable just two days in. Hard to know if this is widespread or not. pic.twitter.com/G0OHj3DQHw
— Mark Gurman (@markgurman) April 17, 2019
The screen now appears to be completely dead pic.twitter.com/FPpNrGo6gA
— Mark Gurman (@markgurman) April 17, 2019
Ante esto, Samsung canceló algunos eventos de presentación del terminal que iban a tener lugar esta misma semana, de cara a su inminente lanzamiento. En un su comunicado oficial, han anunciado que la puesta a la venta del Galaxy Fold se retrasa indefinidamente, encomendándonos a las próximas semanas para tener más información al respecto.
Después de lo ocurrido en 2016 con el Galaxy Note 7, que tuvieron que retirar del mercado tras comprobar que un número bastante elevado de terminales explotaban sin más, Samsung no se puede permitir otro fiasco de este estilo, ya que la imagen de marca quedaría gravemente dañada al ver como el teléfono más caro de la historia (2.000€, recordemos) no aguanta dos días de uso en determinados casos.