Razer anunció a mediados de agosto su intención de lanzar una nueva versión de algunos de sus productos más populares bajo una nueva linea, Chroma, cuya especial particularidad es la total personalización de los colores que iluminan a sus periféricos más allá de su verde característico.
Hace unos días os hablamos del BlackWidow Chroma, su teclado más popular, y hoy le toca el turno a uno de sus ratones más llamativos y populares entre los jugadores de MMOs, el Naga Epic Chroma.
Antes de comentar que tal nos ha ido con él, aquí su ficha técnica:
- Un total de 19 botones programables optimizados para juegos MMO
- Retícula para el pulgar con 12 botones mecánicos
- Rueda de desplazamiento con acción de inclinación
- Sensor láser 4G de 8200 ppp
- Tecnología inalámbrica para juegos
- Base de carga
- Iluminación Chroma con 16,8 millones de colores personalizables
- Preparado para Razer Synapse
- Ultrapolling de 1000 Hz
- 200 pulgadas por segundo / 50g de aceleración
- Base ultradeslizante de acústica cero
- Cable de carga USB de fibra trenzada de 2,1 m
- Tamaño aproximado:
- 119 mm de largo
- 75 mm de ancho
- 43 mm de alto
- Peso aproximado: 150 g
- Duración de las pilas: 20 horas aprox dejuego continuo (depende del uso)
Es un ratón solo para diestros o bien gente que, pese a ser zurda, maneje el ratón con la derecha, salta a la vista. Yo, al ser zurdo cerrado, he tenido que adaptarme tanto al ratón en si como al hecho de manejarlo con una mano que no lo había hecho nunca. Cuesta acostumbrase a esto último, y aunque en un par de semanas no alcanzas a coger soltura y a sentirte totalmente cómodo manejando un ratón con una mano contraria a la que lo venías haciendo, te vas acostumbrando antes de lo que yo particularmente creía.
Lo primero que llama la atención al sacar de la caja el Naga Epic Chroma es, además de agradecer una vez más el packaging de Razer, es el peso del ratón. Acostumbrado a los ratones «normales» (en mi día a día suelo usar un Magic Mouse de Apple o un Arc Mouse de Microsoft, según me de) con un peso bastante ligero, al coger este Naga Epic Chroma sientes ya de primeras que no estás ante un ratón «normal», un peso por encima de la media que le da un empaque y una sensación de robustez y calidad que no me esperaba en una primera toma de contacto.
Como la última versión «no Chroma» del Naga, este lo podemos usar tanto con cable como de forma inalámbrica. El tiempo de respuesta en ambos casos anda en torno a 1 milisegundo, por lo que el problema de la diferencia «abismal» entre usarlo con o sin él queda solventada, y salvo que se nos quede sin batería, lo normal es que lo usemos sin cable y así tenemos la mesa más despejada, además de tener más libertad a la hora de mover el ratón por todo el escritorio.
El ratón lo podemos cargar tanto mientras lo usamos conectado vía USB o bien colocándolo en la base que se incluye para tal efecto cuando no lo estemos usando, la cual está conectada al ordenador vía USB.
El ratón incluye 19 botones. Los dos habituales de todo ratón, el la propia rueda de scroll vertical, dos pequeños extra en la superficie y los 12 en el lateral izquierdo, la verdadera razón de ser de la serie Naga de Razer. Y es que a estos, ayudados del software para Windows y Mac Synapse, podremos asignarles las macros y combinaciones que queramos para así tenerlas a mano, y nunca mejor dicho.
Están perfectamente situados para que, con un tamaño de mano normal, se pueda llegar con el pulgar cómodamente a cada uno de ellos. El volumen y textura de cada tecla ayuda a prevenir pulsaciones accidentadas, y gracias a los nuevos interruptores mecánicos su accionamiento es más rápido y el feedback que recibimos tras el click es más directo y satisfactorio que en el modelo anterior. Aunque lógicamente su uso requiere de un tiempo de adaptación, tanto para ganar en precisión como en rapidez. Será entonces cuando, dependiendo del juego y la elección de las macros, el Naga Epic Chroma marque la diferencia.
El diseño de esta versión Chroma es ligeramente más ergonómico que el Naga Epic anterior, abandonando el uso de diferentes paneles laterales intercambiables en la parte derecha, optando por uno genérico que en principio se adapta a cualquier tipo de mano sin tener que andar cambiando nada. En mi caso, así ha sido desde luego.
Otro detalle que cambia con respecto al Naga Epic anterior en esta edición Chroma es la rueda, que ahora también cuenta con inclinación lateral, lo que nos permite tener al alcance del dedo corazón dos acciones más de las que hasta ahora estábamos acostumbrados (el scroll vertical y el click como si fuese un botón).
Obviamente, el otro punto diferenciador, como su propio nombre indica, es el sistema Chroma, que nos permite personalizar los colores de los leds de los botones laterales y de la rueda a nuestro antojo. Aquí los efectos que podemos conseguir, como es normal, son más limitados que en el caso del BlackWidow Chroma, limitándose a poder elegir un color estático entre los 16.8 millones de posibilidades o bien un efecto de rotación entre una variada gama de ellos.
Lógicamente podemos usar el ratón para lo que queramos, ya que es totalmente personalizable, pero está pensado para jugar a juegos del género MMO, que por sus numerosas opciones a la hora de realizar determinadas acciones son con los que más partido se le va a sacar.
Como ya hemos visto, los teclados especialmente enfocados al gaming también incluyen teclas específicas para macros, pero el que las incorpore también el ratón hace que toda la acción recaiga sobre este, dejándonos la otra mano libre para solo preocuparse del movimiento del personaje, si es que no se maneja también a golpe de click con el ratón, en cuyo caso igualmente la podemos usar para unas determinadas acciones sin tener que levantar mucho la mano de la zona sobre la que la tenemos, ahorrándonos esas fracciones de segundo que cuando se está compitiendo puede suponer el desnivel de la balanza, y evitando también algún error puntual con tanto cambio de zona de teclas.
Para facilitarnos la configuración de las retículas laterales, podemos superponer el asistente de Razer sobre el propio juego, de forma que no tengamos que estar entrando y saliendo de este para ir creando las macros y demás, y todo lo hagamos de una forma rápida y sencilla desde una misma ventana. Incluso juegos como World of Warcraft, el MMO más popular, tiene su propio configurador especialmente diseñado para él, por lo que con solo arrastrar y soltar podremos tener todo listo en unos minutos.
En cuanto al desempeño del ratón en sí más allá de los botones, es decir, en lo que respecta al movimiento, contamos con un sensor láser 4G de 8200 ppp, por lo que la precisión está más que asegurada. De todas formas a través de Synapse podemos configurar tanto su sensibilidad como la velocidad de aceleración, por lo que lo podremos ajustar completamente a nuestro gusto o según las necesidades de cada juego.
Como podemos tener varios perfiles configurados en la aplicación, no nos costará cambiar de uno a otro según lo que vayamos a hacer en ese momento, por lo que nos aseguramos que, tras una buena personalización para cada juego, le sacaremos el máximo partido el ratón en cada uno de ellos.
Conclusiones
Los videojuegos hace mucho tiempo que dejaron de ser un simple entretenimiento. Cada vez más gente, gracias a internet, se lanzan a competir, ya sea en plan profesional o solo por la honrilla, contra gente de todo el mundo. Llegados a cierto punto de habilidad, al final, en muchas ocasiones, las partidas se pueden decidir por detalles.
Periféricos como este Razer Naga Epic Chroma pueden marcar la diferencia en esos momentos, tanto por la calidad de sus componentes como por las posibilidades que brinda sus características clave. Una revisión muy acertada de la versión anterior en cuanto a ergonomía general y al cambio a botones mecánicos en el panel lateral izquierdo, que junto al potente sensor, las posibilidades de personalización de Synapse y el acabado marca de la casa hace sintamos que tenemos más control sobre el juego del que teníamos antes si veníamos de un ratón «normal».
Al contrario de lo que os contaba el otro día acerca de si merecía la pena el salto del BlackWidow Ultimate 2014 al Chroma, donde el cambio básicamente se traducía en la disponibilidad de más colores, en este caso, como ya hemos comentado más arriba, hay cambios sustanciales en aspectos claves del Naga Epic Chroma que lo hacen ser un producto más redondo que su antecesor y que, dependiendo del ratón del que vengamos, aunque ya sea uno de los buenos, y del uso que hagamos de él, si que puede hacernos pensar en actualizar.
Obviamente si vamos a pasar de un ratón normal a este no hay dudas, sobre todo porque en este caso el Naga Epic Chroma si viene a sustituir a la versión anterior y no a convivir junto a ella, por lo que vale lo mismo que esta, 129,99€ en la web oficial.
La otra opción es ir a por el Naga normal, que se sigue vendiendo por 79,99€, y aunque lógicamente está por debajo del Chroma en los aspectos ya comentados anteriormente y ser solo de cable, sigue siendo una muy buena opción para explotar al máximo los juegos con un ratón de calidad, y además en este caso si que tienen versión tanto para diestros como para zurdos, esos grandes olvidados del gaming.
En definitiva, un periférico premium que cumple sobradamente con lo que promete y se espera de él, indicado por precio y prestaciones para gente a la que cierto tipo de juegos son algo más que una forma de pasar el rato y quieren tener uno de los mejores ratones del mercado en sus manos para que, por lo menos eso, no sea una excusa a la hora de justificar una derrota. Por calidad, prestaciones, rendimiento y posibilidades de personalización no será, desde luego.