El Razer BlackWidow Ultimate es un teclado de gama alta para jugadores que a diferencia de otros como el ya analizado Razer DeathStalker, sí dispone de configuración en español, por lo que es uno de los pocos teclados para pro-gamers en los que podremos encontrar nuestra querida letra ‘Ñ’.
Ficha técnica:
- Teclas completamente mecánicas con fuerza de accionamiento de 50 g
- Ultrapolling de 1000 Hz / Tiempo de respuesta de 1 ms
- Teclas completamente programables con grabación de macros On-The-Fly
- 10 teclas multifunción con protección anti-interferencias
- Razer Synapse 2.0
- Ilimitado perfiles de juego distintos
- Teclas con iluminación de fondo individual
- Modo de juego opcional
- 5 teclas adicionales dedicadas para macros
- Conectores de salida de auriculares y entrada de micrófono
- Puerto USB de traspaso
- Cable trenzado
- Tamaño aproximado: 475 mm / 18,72” (Largo) x 171 mm / 6,74” (Ancho) x 30 mm / 1.18” (Alto)
- Peso aproximado: 1500 g / 3,31 lbs
Al echar el primer vistazo a este kilo y medio de teclado nos damos cuenta de que es un producto robusto, de gran calidad y con un acabado de lo más espectacular. La iluminación verde sobre el fondo negro que, como viene siendo habitual, es totalmente configurable, vuelve a darle ese toque tan característico y llamativo presente en todos los gadgets de Razer en el que destaca su logo, también iluminado, en la parte inferior del teclado.
Haríamos mal en quedarnos sólo en su aspecto estético, ya que si miramos al lateral del teclado encontramos tres entradas poco habituales en un teclado: una para un cable USB, otro para unos auriculares y por último, para un micrófono. Efectivamente cuando abrimos la caja por primera vez nos damos cuenta de que el cable del teclado incluye estas salidas hacia el PC, ya que si así lo queremos hará de intermediario entre nuestros headtsets o incluso cualquier otro artilugio USB que queramos conectar. Minipunto para Razer.
Si profundizamos un poco más en los aspectos técnicos del BlackWidow Ultimate nos daremos cuenta del potencial que posee. Por un lado las teclas son completamente mecánicas, por lo que su respuesta y sensibilidad son infinitamente más rápidas de lo habitual en un teclado convencional. Por si esto fuera poco, responden en forma de leves vibraciones cuando son pulsadas. He de decir que incluso sin estar conectado, la sensación a la hora de teclear es de las mejores que he tenido en un teclado, tanto en su mecanismo como en su tacto.
Posee 10 teclas multifunción en modo de juego, todas las que sois capaces de pulsar con las dos manos. Aquí actuará el excelente antighosting del teclado, por lo que no tenéis que preocuparos de que se bloquee al pulsar un número determinado de teclas. Además, por supuesto gracias a Razer Synapse 2.0, podréis programar vuestros macros y usarlos durante el juego o incluso grabarlos gracias a su característica On-The-Fly. Podéis tener un número ilimitado de perfiles de juego diferentes grabados y cambiarlos cuando queráis sin tener que saliros de él.
Lo cierto es que después de horas de juego el único defecto que se le puede encontrar a este Razer BlackWidow es el mismo que notaréis en el momento de pulsar la primera tecla: el ruido. Efectivamente esto es una cuestión de gustos, a algunos les molestará y a otros les dará igual o incluso habrá a quien le agrade. Personalmente me encuentro entre los primeros. El ‘clic’ de cada tecleo me parece excesivo, incluso como si estuviera exagerado a propósito. De hecho Razer es perfectamente consciente de esto, por lo que ha lanzado una versión Stealth de este teclado que únicamente tiene esa diferencia, manteniendo incluso el precio, pero que desgraciadamente sólo está disponible con configuración americana. Así que si lo queréis, adiós a la ‘Ñ’.
En términos generales el BlackWidow cumplirá las expectativas de cualquier jugador exigente que busque un teclado con un buen gusto estético, una velocidad de respuesta espectacular y buenos materiales. Evidentemente la calidad se paga, ya que su precio en la store de Razer está en 139,99€. Buen precio si vais a explotar de verdad sus virtudes o tal vez excesivo si podéis conformaros con algo más común y menos profesional.