A principios de febrero se hicieron oficiales las medidas de Netflix para evitar la posibilidad de compartir cuentas en su servicio de vídeo de streaming en algunos países, entre ellos España.
Aunque fijaron el 21 de febrero como el día que empezarían a cortar el acceso a los usuarios que estuviesen compartiendo una misma cuenta y no viviesen bajo el mismo techo del núcleo familiar, lo cierto es que a día de hoy los cortes masivos no se han terminado de producir.
Recordemos que los usuarios que tuviesen acceso a la cuenta principal sin vivir en el domicilio de esta persona a través de una cuenta sencundaria, tenían dos opciones:
- Crear una subcuenta de esta principal, con un perfil con nombre, contraseña y recomendaciones propias, a un precio de 5,99€ (aplicable en los planes Estándar o Premium, que pueden crear 1 o 2 subcuentas respectivamente).
- Transferir su cuenta secundaria a una cuenta propia de pago, conservando todo el historial de visionado, recomendaciones personalizadas, lista de cosas que queremos ver, juegos guardados y demás.
Pero claro, lógicamente había una tercera opción, que era darse de baja porque ya no compensaba el uso del servicio si no se compartía el gasto, y ha sido la elegida por más de un millón de usuarios españoles, según un estudio de Kantar, lo que supone triplicar el número de cancelaciones del trimestre inmediatamente anterior.
Además, según una encuesta de Kantar, una décima parte del resto de usuarios españoles que siguen suscritos al servicio se darían de baja durante este segundo trimestre del año.
Lo cierto es que, aunque a nivel local esto es un duro golpe para la compañía, en el resto del mundo los números le son favorables, creciendo a nivel global y funcionándoles bien su nuevo plan básico con anuncios, hasta el punto que quieren potenciarlo más mejorando la calidad del vídeo de 720p a 1080p.