Un episodio más dentro de esta telenovela en la que se ha convertido la adquisición de Activision por parte de Microsoft, que en estos meses encara su recta final, para bien o para mal.
A principios de diciembre, Microsoft anunciaba un principio de acuerdo con Nintendo por el cual, durante mínimo 10 años, se comprometía a llevar juegos de la franquicia Call of Duty a las consolas de la compañía japonesa; siempre y cuando la compra de Activision se cerrase, lógicamente.
Call of Duty volverá a las consolas de Nintendo de la mano de Microsoft
Hoy, coincidiendo con un día importante dentro de la operación, ya que los de Redmond se reunen con la Unión Europea para exponer su defensa de la compra, con las quejas de Sony de por medio, Microsoft y Nintendo han hecho oficial que ese principio de acuerdo ha fructificado y ya está firmado, tal y como confirma Brad Smith, presidente de Microsoft, a través de su cuenta oficial de Twitter:
https://twitter.com/bradsmi/status/1627926790172811264?s=61&t=T2Bh8c8CDdz7xNOva85XQQ
Microsoft y Nintendo han negociado y firmado un acuerdo legal vinculante de 10 años para llevar Call of Duty a los jugadores de Nintendo -el mismo día que Xbox, con total paridad de características y contenidos- para que puedan disfrutar de Call of Duty igual que lo hacen los jugadores de Xbox y PlayStation.
Nos comprometemos a proporcionar a largo plazo un acceso igualitario a Call of Duty a otras plataformas de juego, ofreciendo más opciones a más jugadores y más competencia al mercado del videojuego.
Sony se queda sin su principal argumento para bloquear la compra
Es decir, la principal queja de Sony para bloquear este acuerdo, el miedo a que Microsoft pudiese hacer exclusivo Call of Duty, queda desterrado. Es más, si la compra de Activision se cierra, Call of Duty llegaría, además de a Xbox, Playstation y PC como hasta ahora, a una nueva plataforma, la de Nintendo, de la que lleva fuera bastantes años.
De hecho, Microsoft hizo público que este mismo acuerdo alcanzado con Nintendo, está en la mesa de Sony, y que estaban en negociaciones, pese a las reticencias de la compañía japonesa, con Jim Ryan a la cabeza, que se están oponiendo con todo a que Activision pase a formar parte de Microsoft.