Entre el aluvión de noticias de ayer entre todas las conferencias del E3 2016 hubo alguna que lógicamente resaltó más que otra, como es el caso de la nueva Xbox One S.
La tan rumoreada versión «slim» se hizo realidad con un nuevo diseño un 40% menor que la original de 2013, fuente de alimentación integrada, la posibilidad de ponerla en vertical compatible con vídeo 4K e imagen en HDR, entre otros detallitos.
Pero además, los juegos correrán mejor en Xbox One S gracias a ese pequeño plus que de la tener una mejor CPU y GPU, permitiendo que los juegos tengan una tasa de frames más constante y no tengan que reducir la resolución en ciertos puntos para que la estabilidad de los juegos no se vea afectada. Lógicamente nada comparado con lo que dará de si la Xbox Project Scorpio a finales del año que viene.
Así lo ha asegurado Rod Ferguson, principal responsable de Gears of War 4 dentro del estudio The Coalition, en una entrevista para Polygon.
Recordemos que la Xbox One S se pondrá a la venta en agosto, en un día todavía por concretar, desde 299€.
Vía Polygon.