LG ha confirmado lo que se venía rumoreando días atrás, que dejará de hacer teléfonos móviles debido a los varios años que llevan arrastrando de pérdidas dentro de ese sector, alcanzando los 4.500 millones de dólares, sin que la cosa tuviese visos de mejorar, ya que el año pasado vendió un 13% de teléfonos menos que en 2019.
Dos décadas después, la compañía surcoreana dejará de lanzar nuevos teléfonos al mercado, pero los que ya tiene en venta lo seguirán estando, no solo con su garantía estipulada para reponer accesorios y piezas de recambio, sino también con las actualizaciones de software y sistema operativo oportunas para que sus clientes no se queden desamparados.
La decisión ya ha sido aprobada por el consejo de administración de la compañía, aunque esto no supondrá su salida por completo del sector, ya que seguirá desarrollando tecnologías relacionadas con él, como el 6G, que le permitirá fortalecer su posición en otras areas de negocio.
Este movimiento permitirá a LG dedicar más recursos a otras áreas en crecimiento, como componentes de vehículos, robótica, inteligencia artificial, soluciones y servicios B2B, dispositivos conectados y casas inteligentes.
El cierre oficial de la producción de teléfonos móviles por parte de LG se producirá el próximo 31 de julio, aunque a efectos prácticos para los consumidores podríamos decir que entra en vigor ya, porque en este tiempo no van a sacar ningún nuevo modelo al mercado.
Para la historia quedará que su último teléfono fue el peculiar LG Wing, compuesto de dos pantallas con diseño giratorio.