Estando como estamos ya, en pleno 2017, podemos estar muy tranquilos en cuanto andar con nuestra tarjeta de crédito por internet, ya sea para realizar compras o para consumir ocio de cualquier tipo, ya sea multimedia, videojuegos o cualquier servicio que se preste a ello.
Lógicamente, el peligro a una posible estafa o robo de datos sigue estando ahí, pero en este punto es donde entra el sentido común del usuario a la hora de saber en que sitios web puede confiar o no.
Especialmente delicado ha sido siempre el tema de los casinos online, por aquello de que había personas que intentaban aprovecharse de lo jugoso y adictivo de este tipo de juegos para timar de diferentes formas a los usuarios más incautos.
Por suerte hoy en día este tipo de prácticas están muy perseguidas y controladas, y son mayoría los sitios de confianza donde podemos acudir para probar suerte sin correr más riesgo que el que implica el propio juego.
Fruit Farm
Es el caso de Fruit Farm, un juego de casino para un jugador que podríamos incluir en la categoría de las slots.
En cuanto entramos a él se abre una sesión. Cada una de ellas es un juego propio e independiente del resto. Es decir, las sesiones anteriores no tienen ninguna influencia en la partida actual.
Básicamente, cada juego empieza cuando realizamos nuestra apuesta y termina cuando abandonamos la aplicación, terminando de paso nuestra sesión actual de juego.
Nuestro objetivo para ganar en Fruit Farm es que los símbolos caigan en las líneas de pago con la combinación adecuada (esta se puede consultar en la tabla de premios de los juegos de casino).
Podemos jugar desde muy poco, solo 0,20€ (hasta un máximo de 50€) y el juego cuenta con un porcentaje teórico de retorno al jugador (RTP) del 95,1331%, que se dice pronto. El importe máximo de ganancia en el doble o nada es de 5000€.
Eso si, la apuesta máxima por sesión es el saldo disponible en la cuenta de juego. Esto es, no se puede recargar durante la partida, por lo que tenemos que tener claro antes de empezar cuanto queremos recargar.