Adrew Wilson, CEO de Electronic Arts, ha concedido una entrevista a Bloomberg donde habla de todo un poco.
¿Dejar de sacar entregas anuales de FIFA o Madden NFL?
Uno de los temas que más ha dado que hablar en las últimas horas ha sido la mención a que podrían, en algún momento, dejar de lanzar anualmente franquicias como FIFA o Madden NFL para pasar a modelos de suscripción con actualizaciones constantes que se renovarían por completo cada 4 años o así.
En un mundo donde cada vez es más fácil mover código, no nos vemos obligados a lanzar un mismo juego cada año.
Cambiar el modelo de negocio es posible, aunque hay que valorar varias cosas. El mayor cambio en medios de entretenimiento en los últimos años ha sido la combinación de transmisión y suscripción.
Un modelo donde cada cuatro años se realice un lanzamiento con un gran cambio, mientras, se van ofreciendo retoques graduales a lo largo de dicho periodo de tiempo. Los juegos como servicio en vivo de 356 días.
La industria está cambiando
Lógicamente es un tema que tienen que tener sobre la mesa, porque el mundo de los videojuegos está cambiando a pasos agigantados en ese sentido, ya no solo con títulos que se distribuyen como suscripción, como ya lo hace World of Warcraft desde hace años, sino con éxitos free-to-play como League of Legends, DOTA 2 o Clash Royale, entre muchos otros.
Poco probable a corto plazo
Pero a día de hoy parece impensable que FIFA deje de ser una entrega anual viendo como está vendiendo cada año (en España, sin ir más lejos, FIFA 18 lleva dos meses siendo el más vendido, y raro es el mes del año que no está en el top 10) y el dinero que le sacan al modo FIFA Ultimate Team.
Es decir, ¿cómo renunciar a ese ingreso «asegurado» hoy por hoy por un modelo de suscripción que lo mismo funciona o lo mismo no?
Esto u otro tipo de experimentos se lo podrían plantear con franquicias que no venden como se esperaban, como es el caso de NBA Live, sin salir del género deportivo, pero tocar a la que hoy por hoy es una de sus gallinas de los huevos de oro no tiene mucho sentido, por lo menos a corto plazo.
Vía Bloomberg.