Parece que Activision dará un descanso a la franquicia Call of Duty durante el año que viene, por lo menos en lo que respecta a sacar un nuevo juego, tal y como viene haciendo religiosamente desde 2005.
Según apunta Jason Schreier en Bloomberg, la compañía habría tomado esta decisión al comprobar como las ventas de las últimas entregas van cayendo y se juega cada vez menos, creyendo que uno de los motivos puede ser que se canibalizan entre ellos al tener lanzamientos tan próximos unos de otros.
Modern Warfare 2 tendrá más espacio para crecer
Recordemos, eso si, que para este año se espera Call of Duty: Modern Warfare 2, desarrollado por Infinity Ward, secuela directa del reboot de 2019. El año que viene se lanzará una versión renovada de Warzone, su popular battle-royale free-to-play, desarrollada igualmente por Infinity Ward tomando la base del nuevo juego, que estrenará motor de nueva generación. Queda la duda de si será un juego completamente nuevo o una actualización gigantesta del actual.
Lo que parece que han retrasado es el juego que estaba desarrollando Treyarch para el año que viene, que a buen seguro sería un nuevo Blackops. Tras esta decisión el juego no saldría hasta 2024, dandole más tiempo de vida a Modern Warfare 2 y, de paso, más tiempo de desarrollo al nuevo juego.
En esta decisión nada ha tenido que ver Microsoft, que recordemos compró Activision recienemtente (aunque todavía faltan unos meses para que sea aceptada la operación por las entidades regulatorias). A ello ha empujado el hecho de que Call of Duty: Vanguard esté funcionando por debajo de las expectativas, tanto en ventas como en número de jugadores.
Actualización
Activision nos ha hecho llegar esta declaración de uno de sus portavoces:
«Tenemos una emocionante lista de experiencias premium y free-to-play de Call of Duty para este año, el próximo y más allá. Los informes sobre lo contrario son incorrectos. Estamos deseando compartir más detalles cuando llegue el momento».