El pasado martes Xiaomi presentaba tres nuevos dispositivos de una tacada, una nueva tablet, la Mi Pad 2, una nueva versión de su purificador de aire, el Mi Air Purifier 2, y un nuevo smartphone, el Redmi Note 3.
Este terminal, que podríamos encuadrar en ese grupo de teléfonos «phablets», por aquello de tener un tamaño a medio camino entre un smartphone normal y una tablet pequeña, es la tercera generación, tras el lanzamiento de la segunda en junio de este mismo año.
Tiene una pantalla de 5.5 pulgadas con una resolución de 1920 x 1080 píxeles, siendo además el primer terminal de la popular compañía china en tener un cuerpo totalmente fabricado en metal, dejando atrás el plástico.
También es el primero en estrenar sensor de huellas dactilares dentro de Xiaomi. Lo tenemos colocado justo debajo del objetivo de la cámara, en la parte trasera del terminal, ya que debido a su gran tamaño nos resulta más cómodo tenerlo ahí que en la parte frontal. Con él podemos desbloquear el teléfono de forma segura en tan solo 0.3 segundos, que se dice pronto.
En su interior nos encontramos con un procesador Helio X10 MediaTek, una batería de 4000 mAh, 2GB de memoria RAM LPDDR3 dual channel, una cámara principal de 13 megapíxeles con dos tonos de flash y enfocado ultra-rápido y una frontal de 5 megapíxeles con 36 perfiles diferentes para los selfies.
En Gearbest ya lo podemos reservar, por 169€ la versión de 16GB o por 197€ la de 64GB. Por la diferencia de precio, que no llega a los 30GB, merece, y mucho la pena, tirar a por la de gran capacidad, porque 16GB hoy en día ya se quedan bastante cortos para una persona que haga un uso relativamente normal con su móvil en términos de consumo de vídeos, juegos, fotos y demás.
Teniendo en cuenta que es un dispositivo que vamos a usar durante mínimo dos años, son 30€ de más bien invertidos.
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