Vaya día lleva Electronic Arts. Si hace unas horas se anunciaba por parte de Visceral Games el retraso de Battlefield Hardline hasta 2015, ahora es BioWare la que le da el disgusto al a compañía canadiense y de paso a todos los usuarios que esperaban con impaciencia la llegada de Dragon Age: Inquisition.
Inicialmente previsto para el 7 de octubre, finalmente el lanzamiento de la tercera entrega de esta franquicia rolera se postpone algo más de un mes, hasta el 21 de noviembre, para ser exactos.
El motivo, el de siempre, que necesitan ese tiempo extra para terminar de pulir el juego y no sacarlo de aquella manera. Por lo menos en este caso solo estamos hablando de unas semanas, y no de varios meses.
Dragon Age: Inquisition se lanzará para PS4, Xbox One, PC, PS3 y Xbox 360.