La red Wi-Fi de tu hogar gestiona toda la información que envías y recibes desde tus teléfonos, tablets y equipos de sobremesa, además de tu Smart TV, asistentes virtuales y demás gadgets que utilicen internet. Se trata de un flujo de información donde con frecuencia facilitas datos privados de muchísima importancia que no deben caer en malas manos. Si tu red está desprotegida, tus datos están en riesgo, así que vamos a repasar las principales formas en las que puedes proteger tu red Wi-Fi.

1. Utiliza una contraseña robusta

Se trata del primer paso, y es el de mayor importancia. Es fundamental que la contraseña de tu red Wi-Fi sea lo más robusta posible. Contraseñas sencillas como el nombre de tu perro o tu fecha de nacimiento son demasiado endebles y muy fáciles de hackear. Para que una contraseña sea robusta debería tener al menos 16 caracteres que alternan al azar números, símbolos y letras en mayúsculas y minúsculas. Puedes utilizar un generador de contraseñas para obtener una contraseña segura y establecerla en tu enrutador.

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2. Mantén tu contraseña lejos del alcance de extraños

Cuando ya tengas tu contraseña segura, recuerda mantenerla lejos del alcance de extraños. No la facilites a personas desconocidas y no permitas que tus invitados la fotografíen cuando te hagan una visita. Una buena idea es guardarla de forma encriptada en tu equipo. Para esto puedes poner contraseña a una carpeta y guardarla allí junto con otros datos esenciales que quieras mantener lejos de cualquiera. Así tendrás la seguridad de que tú, y solo tú, tienes acceso a la contraseña de tu red.

3. Utiliza una VPN

Mantener tu enrutador protegido mediante una contraseña robusta limitará mucho el alcance de cualquier posible hacker que trate de acceder a tu red Wi-Fi, pero los datos que envías y recibes seguirán siendo vulnerables por otras vías, por ejemplo si te conectas a webs no seguras o si un malware se instala en tus dispositivos. Para prevenir esto, la mejor solución es utilizar una VPN que te dé plenas garantías a la hora de navegar. Una VPN encriptará tu conexión de forma robusta e imposibilitará que cualquier otra persona tenga acceso a la información que envíes o recibas de tus dispositivos, incluso si te conectas a través de una red abierta.

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4. Utiliza un antivirus profesional

Por otra parte, no sirve de nada que tu contraseña sea robusta si permites que un malware se instale en tu equipo y te la robe. Mantén siempre instalado un antivirus profesional en todos tus dispositivos para impedir esto y garantizar que todos ellos están libres de intrusos. De esta forma no solo mantendrás tus datos a salvo, sino que además asegurarás un perfecto funcionamiento de todos tus equipos.

5. Cambia tu contraseña con frecuencia

Como nunca se puede tener la plena certeza de que no se haya producido una filtración de tus datos, es una buena idea que cambies la contraseña de tu red con cierta regularidad. Este proceso te garantizará que solo tus equipos estén conectados a tu enrutador y dejará fuera de la red a cualquier equipo intruso. Quizá tus dispositivos estén siempre bien protegidos, pero ¿cómo puedes asegurarte de que los de tus amistades también lo están? Una sola visita de una sola persona con un teléfono infectado puede dejar tu red expuesta, así que es mejor renovar la contraseña con asiduidad para evitar sustos.

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6. Mantén tus equipos actualizados

Asegúrate de que tus equipos cuentan con la última versión de sus respectivos sistemas operativos, especialmente los smartphones y los equipos de sobremesa. Un sistema operativo actualizado es más robusto y corrige fallos que podrían dejarlo expuesto ante un eventual ciberataque. Cada actualización incorpora nuevos parches que permiten cubrir los accesos más vulnerables de tu sistema, pero si no lo actualizas estarás permitiendo que cualquier malware pueda aprovechar esas vulnerabilidades.

7. Mantén tus navegadores actualizados

De la misma forma, es fundamental que tus navegadores estén actualizados en todo momento. Los navegadores son una de las principales herramientas que utilizas para enviar y recibir información en internet. Un navegador desactualizado presenta vulnerabilidades que pueden dejar expuestos tus nombres de usuario, contraseñas o números de tarjeta de crédito. No sirve de nada tener una red Wi-Fi robusta si permites que tus datos se filtren a la hora de navegar por internet.

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