Después de varios años de batallas legales, Grooveshark ha colgado un comunicado en su página web anunciando el cierre del servicio.
Este cierre viene precedido de un acuerdo con las discográficas tras la posible multa de algo más de 700 millones de dólares que se podría enfrentar por infracción de derechos de autor tras una de las numerosas denuncias que tenía sobre la mesa.
Este acuerdo le permite salir airosa de la situación a Escape Media, empresa detrás de Grooveshark, sin tener que pagar nada, aunque arriesgándose por contrato a una multa de 75 millones de dólares si rompen en algún momento el acuerdo firmado.
Para el que no lo conociese o ya se hubiese olvidado de él, este era un servicio, bastante popular en su día, que nos permitía subir, compartir y escuchar por streaming canciones, aunque tuviese derechos de autor y estos no pagasen por ello, aunque Escape Media si se lucraba de esto gracias a la publicidad y a los servicios premium que ofrecían a sus usuarios.
Esto último fue la gran diferencia con el otro gran servicio que surgía por aquel entonces, Spotify, un lastre que le ha terminado suponiendo el cierre debido a las denuncias de discográficas como Universal Music Group, Sony Music Entertainment y Warner Music Group.
En el comunicado anuncian no solo el cierre del servicio, también el borrado de sus servidores de material con copyright y la retirada de sus aplicaciones de las diferentes tiendas de aplicaciones.
En el mismo, se disculpan frente a la industria musical, pero afirmando que cuando ellos lanzaron Grooveshark no había las posibilidades legales que hay ahora para acceder a la música, pero que eso ha cambiado en este tiempo. De hecho, recomiendan a sus usuarios que se pasen a servicios como Spotify, Deezer, Google Play, Beats Music, Rhapsody o Rdio.
En un mensaje que parece redactado por la RIAA, insta a los usuarios que respeten los derechos de autor y compensen a los artistas, autores, compositiores y demás personas que hacen posible estas creaciones, pagando por ellas.
Vía Grooveshark.